08/07/2025

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LEGADO RESTAURADO

01/09/2023
Sayun Yuraw, miembro de la tribu indígena atayal, se ha comprometido a transmitir sus conocimientos de tejido a la próxima generación para que confeccionar trajes y accesorios tradicionales sea parte vital de la vida cotidiana. (Foto de Chen Mei-ling)

La artesana atayal Sayun Yuraw promueve el tejido tradicional.
 

Para Sayun Yuraw, miembro de la tribu atayal, el ruido metálico que hacía su madre al trabajar con el telar fue una reconfortante canción de cuna durante toda su infancia. “Los días de mi madre estaban repletos de trabajo agrícola y tareas domésticas, y solo le quedaban las noches para tejer”, recuerda la artista. “Los sonidos de la lanzadera y la varilla me llenaban de seguridad porque sabía que mi madre estaba allí”, agrega Sayun.
 

Un antiguo telar de madera se expone en el Museo Atayal de Wulai en la ciudad de Nuevo Taipéi. (Foto de Chen Mei-ling)

Aunque vio tejer a su madre durante años, Sayun no aprendió el oficio hasta 1996, cuando lo que hoy es la Oficina del Sector de Wulai, en la ciudad de Nuevo Taipéi, empezó a ofrecer talleres de tejido siguiendo las iniciativas del Gobierno para conservar y revitalizar las artes y oficios indígenas tradicionales. La experiencia despertó el interés de Sayun en el tejido y la motivó a aprender más sobre este oficio.
 

“Mi madre, que entonces tenía más de 80 años, estaba encantada con mi deseo de aprender a tejer”, cuenta, añadiendo que “cuando descubrí que aprendía rápido, lo atribuí a la destreza heredada de mi madre”.
 

Sayun enseña a tejer en telar de arco para preservar las técnicas y patrones ancestrales. (Foto de Chen Mei-ling)

Durante las dos décadas siguientes, Sayun viajó con regularidad desde su casa de Wulai a un centro de formación profesional creado por el Consejo para los Pueblos Aborígenes de Taichung, en el centro de Taiwán.
 

Allí participó en cursos sobre diversos métodos y herramientas de tejido, como los telares de arco, de cintura y de mesa, con los que adquirió no solo conocimientos tradicionales, sino una conciencia cultural más profunda. Al mismo tiempo, Sayun siguió un programa de formación de profesores indígenas iniciado en el año 2000 por el Departamento de Textiles y Confección de la Universidad Católica Fu Jen en Nuevo Taipéi. Quince estudiantes, entre ellas Sayun, aprendieron hilado, teñido, tejido y bordado, así como diseño de moda, patronaje, gestión empresarial y mercadotecnia.
 

“Lo mejor que aprendí fue a analizar, leer e interpretar un patrón de tejido”, dice Sayun. “Con eso, puedo crear tela atayal tradicional de forma sistemática, garantizando una reproducción coherente del patrón”. Sayun expresó su profunda gratitud a todos los profesores, especialmente a Tsai Yu-shan, investigadora con más de 20 años de experiencia, cuya instrucción le dio confianza.
 

La profesora Tsai Yu-shan (izquierda) demuestra el uso de un telar de lizos a los estudiantes, entre ellos Sayun (derecha) en el programa de formación de profesores indígenas 2000-2001 impartido por la Universidad Católica Fu Jen en la ciudad de Nuevo Taipéi. (Foto cortesía de Tsai Yu-shan)
 

Historias de telas

Los tejidos de los pueblos indígenas de Taiwán tienen una larga y rica historia. Se fabrican principalmente con materiales naturales, como fibra de plátano y ramio, y sus diseños se inspiran en creencias basadas en la relación entre la naturaleza y los antepasados. Aunque los trabajos de los distintos miembros de una misma tribu comparten conexiones culturales, los diseños textiles varían en función del patrimonio familiar y de las localidades, dando lugar a expresiones únicas de identidad cultural a lo largo de generaciones. Sin embargo, los conocimientos y las técnicas de tejido, transmitidos de forma oral o por demostración sin registros escritos, corren el peligro de perderse para siempre a medida que fallecen las tejedoras más ancianos. La industrialización ha acelerado aún más el declive del tejido no mecanizado.
 

Tsai señaló que su departamento percibió la urgente necesidad de documentar y promover las antiguas tradiciones. “Los patrones particulares de tejido empleados por las distintas comunidades indígenas ofrecen una visión inspiradora de las historias multiculturales que se cuentan a través de la tela, desde intrincados diseños hasta sencillos tejidos lisos”, afirmó la profesora.
 

Sayun da instrucciones sobre cómo interpretar un patrón de tejido y utilizar un telar. (Foto cortesía del Museo Atayal de Wulai.)

Al impartir cursos que abarcan un amplio abanico de temas que incluyen la concepción, el diseño, la producción, la fijación de precios y la comercialización de productos, Tsai comentó que su departamento pretende fomentar la capacidad de los indígenas para preservar su artesanía. “Nos complace ver que miembros de tribus como Sayun transmiten sus conocimientos y mantienen los diseños tradicionales”, agregó Tsai.
 

A lo largo de los años, Sayun se ha hecho un nombre como tejedora experta, diligente y con talento que comparte sus conocimientos y habilidades en el estudio de artesanía que dirige y en las sesiones que imparte en colegios comunitarios, centros culturales e institutos de secundaria. “Me impresiona la dedicación de Sayun a ampliar su conocimiento del oficio experimentando con nuevos diseños, materiales y técnicas”, apuntó Tsai, añadiendo que “muchas de sus piezas, coleccionadas por museos y otras instituciones culturales, muestran su ingenio y su meticulosa técnica”. La profesora agregó que se siente orgullosa de ayudar a artistas indígenas como Sayun a darse a conocer y llevar su arte a un público más amplio.
 

En la colección del Museo Atayal de Wulai se conservan dieciocho de las piezas tejidas por Sayun, que incluyen bolsos, pañuelos, pecheras, chaquetas, túnicas cuadradas y fajas. En el museo se exponen diversos artefactos y objetos, como cestas, bordados y pinturas, además de utensilios de cocina, agricultura y caza, para ilustrar la historia, la cultura y las tradiciones de la comunidad.

 

Los bolsos de tela y cuero, y una cesta de ratán y bambú muestran el innovador uso que Sayun hace de la mezcla de materiales. (Foto de Chen Mei-ling)

Toque personal

Maya Msing, también miembro de la tribu atayal, trabaja como guía turística en el museo de Wulai y admira desde hace tiempo el trabajo de Sayun. “Sayun crea piezas estéticas y exquisitas con gran precisión y atención al detalle. Por eso nuestro museo le encargó la confección de prendas y accesorios tradicionales”, afirma Maya. “Sus creaciones nos permiten presentar a los visitantes una animada introducción a los tejidos atayales, que van desde la ropa de diario hasta las elaboradas prendas ceremoniales y los trajes matrimoniales”.
 

Como su museo organiza regularmente exhibiciones de tejidos y telares tradicionales, Maya consideró necesario aprender ella misma los fundamentos del tejido para explicar mejor las exposiciones. Asistió a un taller de ropa tradicional impartido por Sayun en la oficina del sector, donde confeccionó una chaqueta para que su marido la llevara a los festivales.
 

Ropa tradicional atayal hecha por Sayun se expone en el Museo Atayal de Wulai. (Foto de Chen Mei-ling)

“Cada vez son más las mujeres atayales que se dedican a la artesanía y, por tanto, aprecian las oportunidades de aprendizaje”, afirma. “El deseo de tejer también surge de una mayor conciencia de nuestra identidad”.
 

Según Sayun, los tejidos desempeñan un papel central en los rituales de su pueblo. Para una mujer atayal, tejer era esencial: sin esta habilidad, no podía hacerse el tatuaje facial ni tener un marido; tampoco podía cruzar el puente del arco iris para reunirse con sus antepasados en la otra vida. “Todos estos factores apuntan a la importancia de la artesanía en el pasado”, explicó Sayun, añadiendo que, “no obstante, las formas tradicionales de confeccionar ropa están desapareciendo”.
 

Sayun se ha propuesto transmitir esta tradición, pero también cree que es vital aprovechar los métodos y estilos tradicionales para integrar nuevos conceptos y técnicas, como los telares modernos. “Podemos mantener la artesanía tradicional actualizándola para los tiempos que corren”, subraya Sayun. Además de inventar nuevos patrones, ella intenta combinar distintos oficios, como el ganchillo, el tejido en telar de arco y de mesa, y la talla en cuero.
 

Sayun (izquierda) asiste a una rueda de prensa previa a la exposición organizada por el Ministerio de Cultura para la Semana de la Artesanía de Londres 2023 con otros artesanos y funcionarios en la ciudad de Taipéi en abril. (Foto cortesía del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de Artesanías de Taiwán)

El tejido en telar de arco de Sayun se presentó en la Semana de la Artesanía de Londres el pasado mayo, en la exposición del Pabellón de Taiwán titulada «Tejiendo Taiwán». Las obras de 11 artistas y dos estudios de artesanía de distintos orígenes étnicos pusieron de relieve la diversidad y riqueza cultural del país. “Es maravilloso ver cómo la artesanía autóctona de Taiwán gana reconocimiento local e internacional”, declaró Sayun. La creación textil aporta a esta artista un propósito y la llena de una sensación de logro, además de darle un lugar en su tradición ancestral como tejedora de atayal. “Es un gran estímulo para mí y para otros miembros de la tribu que se han comprometido a mantener vivo nuestro patrimonio textil”, añadió Sayun. 

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